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Fecha de Fundación: 26-06-1942
 

El contexto mundial en los comienzos del Club:

Corría el año 1942. El mundo atravesaba los peores momentos de la segunda Guerra Mundial.
Hacía apenas 39 años que los hermanos Wright (Wilbur y Orville) habían hecho su primer vuelo motorizado.
No existía experiencia ni conciencia de los avances que la aeronáutica (entre otras actividades) estaba teniendo en esos momentos, impulsados rápidamente por la guerra. Tampoco había materiales disponibles, porque la gran guerra absorbía todo. 
En ese momento, en Córdoba había dos grupos de jóvenes entusiastas en la aeronáutica que empezaban a pensar en volar planeadores: el “Club Los Caranchos” y el “Centro Cordobés de Vuelo sin Motor Milano”.
Las autoridades de la aviación civil del momento “sugirieron” la fusión de los dos grupos y así nace, el 26 de junio de ese año, el “Club de Planeadores Córdoba”, para permitirles comenzar a recibir ayuda oficial. Eran los primeros tiempos del “Fondo Permanente de Fomento de la Aviación Civil” y el aerodeporte nacional nacía con el aporte estatal, fruto de dirigentes con visión de futuro.

Los lugares de vuelo:

Los primeros vuelos se hicieron en el aeródromo Las Playas, en el lugar que hoy ocupa la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina. Después tuvo que pasar al entonces Aeropuerto Córdoba, donde se compartía la actividad con los escasos vuelos comerciales. Después fue trasladado por poco tiempo a la Fábrica Militar de Aviones, hasta que en el año 1951 se trasladó a sus actuales instalaciones en Juárez Celman, en el campo adquirido con subvención de la Provincia de Córdoba, otorgada gracias a la intervención del entonces Gobernador de la provincia, Brigadier Ignacio San Martín, hoy considerado el padre de la industria cordobesa.

Los principios liminares de su formación:

El club nace a la luz de tres principios liminares que se imponían en la época: construcción, investigación y vuelo..
Estos tres principios liminares (trabajo, investigación y vuelo), forjaron a los socios del club en un espíritu que se transmite hasta estos días.
Luego de la fusión, el CPC comenzó a recibir ayuda oficial y así llegaron a su poder los primeros kit´s para armar los planeadores que se utilizarían en la escuela ve vuelo. Así, los primeros aspirantes a pilotos, tenían que trabajar en la construcción de los planeadores escuela en los que harían el curso, que era el único tipo que había y que también servía de entrenador. Eran épocas de remolque por auto. El avión vendría con posterioridad.

La construcción del material de vuelo y el aporte al crecimiento del club:

En la historia del Club se han destacado algunos socios por sus grandes y fundamentales aportes al desarrollo y crecimiento tanto del club como de la actividad volovelística en el país.
Entre ellos, tenemos que mencionar a Jorge Nasím Fabre, por su tesón y dedicación en los albores del Club, en la organización y formación de la conciencia aeronáutica, la responsabilidad y respeto por la seguridad, como, entre los más destacados, que sentó las bases de lo que hoy es Club de Planeadores Córdoba, sobre todo desde la formación de los pilotos nuevos.
Otro socio del club, nacido en esa escuela, Luis Barrera, emigró a Buenos Aires y desde la Dirección de Vuelo Sin Motor de la Secretaría de Aviación Civil (junto con otro de los padres de nuestro deporte organizado, Vito Vignera), organizaron y desarrollaron la actividad de vuelo a vela en todos los rincones del país. Es la época en la que se fundan la mayoría de los clubes de planeadores de Argentina y en la que el Estado les entrega los kits de armado de planeadores escuela y entrenadores, más los primeros aviones remolcadores.
También se destacó por su trabajo, en los años 60 donde fue Presidente de la institución por más quince años, Hugo Hansen, quien durante muchos años tuvo una dedicación casi exclusiva para el club. Fueron años de crecimiento y trabajo arduo para consolidar la actividad en el aeródromo de Juárez Celman.
En la instrucción de alumnos-pilotos se destacaron a lo largo de toda la historia del club, por su entrega y eficiencia, y por los largos períodos en que la dieron, Jorge Nasím Fabre, Pedro Pérez y Eduardo Toselli. Estos instructores no solo forjaron pilotos de planeador, sino que formaron verdaderos deportistas, muchos de ellos destacados después en la actividad volovelística.
La voluntad de trabajo y aporte a la actividad volovelística tuvo un último hito en la construcción en Córdoba del planeador de entrenamiento, el ASK 18, bajo licencia de la fábrica alemana Alexander Schleicher, por parte de un grupo de socios del club, entre los que se destacaron Roberto Tacchi, Luis Barrera, Luis Stabio y Luis Broglia. Hoy el club disfruta de cinco de esos entrenadores y es el club del país que tiene la mejor flota de planeadores para brindar a sus pilotos recién recibidos y para hacer sus primeras armas deportivas.
Después esta cultura del trabajo se trasladó a lo largo de los tiempos y hasta hoy el club se mantiene y crece gracias al aporte de todos sus socios.

Los aportes a la investigación del Vuelo a Vela:

En la investigación, se destacaron socios como Roberto Tacchi y Rogelio Bartolini, que construyeron (junto con Rodolfo Figueroa) el Ala Volante Horten Xa, “el Piernífero” o “La Alita” (por sus 7,5 m de envergadura), que aún hoy es mencionada en todos los libros que tratan del aporte del valioso diseñador alemán, Reimar Horten, muy ligado a nuestro club. También desarrollaron la Horten Xb, que no llegó a volar.
Otros socios del club se avocaron a la investigación meteorológica, como Reinaldo Hugo Picchio y Roberta Tacchi, que aprovecharon la presencia de los padres de la meteorología moderna aplicada al vuelo a vela, Walter Giorgii y Plinio Rovesti, quienes pasaron largos años en Córdoba investigando la meteorología aplicada a nuestro deporte y que algunos de nuestros socios supieron aprovechar para aplicar en la actividad del club.
En el CPC se realizó la mayor experiencia del país en el remolque por auto, que en los primeros años era el más común (contar con aviones remolcadores era muy difícil en los primeros años de actividad), pero que con posterioridad, y con los planeadores nuevos y la aparición del gancho ventral, se hizo más complejo y requirió de nuevas técnicas específicas para darle mayor eficiencia y la seguridad de los envuelos.
El espíritu investigador sigue expresándose en estos tiempos, cada vez que el Club ha salido a experimentar nuevas zonas de vuelo, especialmente en montaña, tratando de encontrar nuevas fronteras a superar. Así, volamos en La Cumbre (Córdoba), Chilecito (La Rioja), en la ciudad de La Rioja, en La Consulta (en la Cordillera de los Andes, Mendoza) o en Chos Malal (Neuquén), donde se han batido numerosos récords nacionales y la mayoría de los records mundiales de nuestra actividad.

Las actuaciones deportivas y en competencias:

En la actividad de competencia el Club de Planeadores Córdoba ha tenido una destacada actuación a lo largo de los años.
Dos pilotos se han destacado Reinaldo Hugo Picchio y Marcelo Soler (Campeones Nacionales por Equipo en 1950). Después, Reinaldo H. Picchio se impuso en la Clase Monotipo (con Ka 6 Cr) en el Nacional de 1965. Más cerca en el tiempo, Juan Esteban Vastik se coronó Campeón Nacional en el año 2001, con un velero Lak 12.
A nivel mundial, dos pilotos del club se destacaron en distintas épocas. En el año 1952, Julio Ompré integró la delegación argentina que participó, por primera vez, en un Campeonato Mundial. Recientemente, Juan Vastik participó del 29° Mundial (Suecia, 2006), donde se impuso en una de las pruebas de su clase, lo que lo convierte en uno de los 3 pilotos argentinos que han podido imponerse en pruebas de mundiales. 
Muchos socios del club se han destacado imponiéndose en numerosos Campeonatos Regionales organizados por la Federación Argentina de Vuelo a Vela.
Entre los pilotos destacados, se puede mencionar a Ramón Chialvo, que es el segundo piloto del país en obtener el Diploma FAI de los 1.000 km prefijados.
También desde el aeródromo Juárez Celman se han batido numerosos récords nacionales en las distintas categorías y por parte de pilotos de la institución. También es importante la cantidad de insignias “C” (de Plata y de Oro, más los tres diamantes), obtenidas por pilotos del club 

El material de Vuelo:

En los primeros años, el único planeador con que se contaba (construido por los mismos socios) eran los “Escuela 33 y 38”, también llamados “Primarios”, en los que el piloto iba sentado en una silla sobre una viga (que hacía de fuselaje) y con el cuerpo totalmente al aire.
Después vinieron los Baby II y III, también construidos por los socios en los talleres de calle Fragueiro esquina Rioja. Ahí también se armaron los Cóndor IV, el primer biplaza para instrucción.
Los tiempos cambiaron, vino el Mundial de 1963 en Junín y entraron los Ka 6 Cr y los Std. Austria S y SH. También eran épocas en las que se entregaron a todos los clubes los aviones remolcadores Ranquel, fabricados en el Area Material Córdoba, que reemplazaron a los viejos biplanos Fleet y Steerman, recibidos cuando los dieron de baja después de terminada la 2ª Guerra.
Más recientemente, aparecieron los primeros plásticos y nuestro club fue uno de los avanzados en tenerlos, cuando adquirió el Phoebus C y luego el Cirrus Std “21”.
Entramos en la era moderna con la adquisición, en 1981, del ASW 20 y la nueva generación de planeadores plásticos que hoy disfrutan nuestros socios.

Historia

Club de Planeadores Córdoba

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